Ente los años 1600 a 1750, un movimiento anti-católico fue se produjo dentro de la sociedad estrictamente religiosa (-católica) europea: la Reforma Protestante. Como siempre, la situación socio-económica se refleja en el arte creado, el Barroco fue una respuesta rebuscada, detallada, elaborada a la oposición reformista.
La arquitectura barroca se caracteriza por sus líneas curvas, elipses y espirales, creando conjuntos artísticos teatrales y exhuberantes. Algunos de sus exponentes son Miguel Ángel Buanarroti (con la cúpula de la Basílica de San Pedro de Roma), Salomon de Brosse (Palacio de Luxemburgo en París), Philibert Le Roy, Jules Hardouin Mansart.
La escultura se evidencia en las creaciones arquitectónicas y urbanas, teniendo como motivo despertar la fe del pueblo. Se caracteriza por su representación perfecta de la figura humana, su proyección hacia afuera, ampulosidad del ropaje, la técnica del escorzo, el desnudo puro y el expresionismo. Destacan las obras de Gian Lorenzo Bernini, Alessandro Algardi, Nicolás Fumo.
La pintura llegó a ser la expresión más característica del peso de la religión en los países católicos y del gusto burgués en los países protestantes. Los exponentes más grandes son Caravaggio, Rembrandt, Rubens, Velázquez, Poussin y Vermeer. Las pinturas tienden a buscar lo teatral el color, la luzy el movimiento definen la forma pictórica. La luz adquiere mucha importancia: la técnica de claroscuro.
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