Renacimiento Italiano

El Renacimiento Italiano inicia con la era del Renacimiento en Italia, una era de grandes logros y cambios culturales, marcando los primeros pasos de evolución hacia la Europa Moderna. Las ciudades más representativas son Toscana, Florencia, Siena y luego Roma.
Después del declive cultural de la Edad Media y la opresión por la iglesia católica, el Renacimiento busca la expresión: predomina el vano sobre el lleno, la luz sobre la oscuridad, el uso de colores vivos. Se retoman temáticas prohibidas por la iglesia: la sexualidad y la política no apropiada, como se aprecia en las obras de Boccaccio y Maquiavelo.
El Renacimiento retoma muchos elementos clásicos. Las características de la arquitectura son la proporción antropocentrista, la simetría, la relación armónica entre las partes, siendo representada por las obras de Bruneleschi y Alberti.
En la escultura destacan Ghiberti y Donatello; mientras que la pintura del Quattrocento es representada por Botticelli, Brancacci yMasaccio.