21/11/11

Opinión sobre Película: Camille Claudel

Camille Claudel es un filme francés del 1988 que expone la vida y obra de la escultora que lleva el mismo nombre. La trama está basada en la biografía por Reine-Marie Paris, nieta de Paul Claudel, el poeta y diplomático.
Fue dirigida por Bruno Nuytten, protagonizada por Isabelle Adjani y Gérard Depardieu como Claudel y Rodin, respectivamente. La película fue nominada dos veces para los Premios Oscar: a la Mejor Actriz y a la Mejor Película Extranjera. Recibió cinco Premios César, entre ellos el a la Mejor Película y el a la Mejor Actriz; así como el Premio a la Mejor Actriz en el Festival Internacional de Cine de Berlín.
Camille Claudel es reconocida por una de las más talentadas, y sobre todo, más conocidas escultoras del sigloo XX. Fue la aprendiz del escultor más grande, Auguste Rodin, con quien tuvo una relación amorosa, pero quien nunca dejó a su esposa Rose. Después del aborto del hijo de Rodin, rompe la relación y se muda a una habitación en un sótano, en el que vive isolada del mundo entre sus momentos de inspiración - creación y destrucción de sus obras. La película termina cuando es llevada a un sanatorio psiquiátrico, gracias a sus ataques de locura y esquizofrenia.
La película trata varios tópicos propios del tiempo y espacio, así como contexto históricos, los cuales se han repetido una y otra vez a lo largo de la historia: el fin de la carrera de un individuo excepcionalmente creativo en la depresión y proceso de auto-destrucción; la relación de la relaciones „prohibidas“ y la expresión artística, como musa-amante; la falta de reconocimiento y/o oportunidades a las creaciones hechas por el género femenino y la lucha por los mismos, recurriendo a métodos poco favorables.
Los factores mencionados anteriormente se reflejan en la vida de varias mujeres que han aportado al arte internacional: Frida Kahlo, Séraphine Louis, Sylvia Plath, Susanna Kaysen, Adèle Hugo, por mencionar algunas. Mujeres de todas edades, eras, lugares y aficiones artísticas: poetas, pintoras, escritoras, escultoras... Eso demuestra que la lucha de género no ha cesado de existir, y se ha convertido en un forma muy concreta de feminismo, a veces más radical que otras. Parece que la locura y el consumo excesivo del alcohol y otras sustancias dañinas es omnipresente en las figuras creativas, quizás una consecuencia directa de la inequidad entre género.
Sin embargo, creo que ese patrón de conducta auto-destructiva se puede romper, y aún así expresarse creativamente; siempre tomando en cuenta que nadie es inferior a otro, sin importar género, nivel socio-económico, situación o contexto cultural.

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